Carta a toda la humanidad

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Durante años hemos tenido pruebas científicas de que pronto se producirán daños irreparables en nuestro planeta.

Durante años ha habido propuestas sobre cómo podríamos mejorar la economía, pero no se han podido poner en práctica.

Por desgracia, olvidamos que primero tenemos que limitar nuestro consumo desenfrenado y la producción que requiere. Pero ¿cómo hacerlo posible cuando nos vemos psicológicamente obligados a comprar más y más por la publicidad y las campañas de descuentos? Ahora empieza la temporada de compras navideñas y mucha gente teme que aumente el desempleo si no se compra lo suficiente.

El otro día me paré delante de una „cocina para todos“. Allí te dan comida gratis porque los ingredientes se sacan del contenedor del supermercado y porque los voluntarios preparan deliciosos platos con ella. Sólo quise probar un poco y nadie me pidió que me llevara un plato entero lleno. Todo el mundo recibió algo, ya fuera el gerente o una persona sin hogar.

¿No podría trasladarse este sistema a toda la economía? Todo lo que se necesita allí, ya sea mineral de hierro o grano, nos lo dan originalmente la tierra y el sol, son regalos de la creación, ¿no? Y hay muchos voluntarios. Según el World Giving Index de la Charities Aid Foundation, el 40% de las personas están dispuestas a trabajar como voluntarios.

En estas condiciones, todos los bienes podrían distribuirse gratuitamente en función de las necesidades reales de cada uno y sin influencias externas. Ya nadie tendría que temer el desempleo.

Sólo habría que cambiar toda la economía actual a este principio de economía voluntaria.

Pero, ¿qué pasa con el propietario de la tierra en la que se extraen las materias primas? Este propietario vende hoy las materias primas para ganarse la vida. Pero si este propietario recibiera todo como regalo en esta economía voluntaria ya no necesitaría el producto de la venta. Esto no es fácil de entender y hay que pensarlo un rato para que nos quede realmente claro.

Otro argumento es: „¿Quién va a hacer el trabajo sucio si todo es voluntario?“. Sí, nos alegramos de que haya gente a la que podamos obligar a hacer el trabajo sucio por nosotros con unos pocos céntimos.

Pero, en serio, si tuviéramos que trabajar menos, probablemente bastaría con dos o tres días a la semana. No debemos olvidar que todos los empleados del sistema financiero, de las compañías de seguros, de las agencias tributarias, del sector jurídico, por supuesto, también ayudarían. Si 20 personas compartieran el trabajo sucio, sólo tendrían que hacer un día de trabajo sucio al mes. Además, muchos trabajos pesados, peligrosos y monótonos que ahora realizan trabajadores con salarios bajos podrían ser asumidos por robots, ya que entonces no habría necesidad de calcular costes.

Si todos los pueblos del mundo se pusieran de acuerdo para cambiar la economía actual a esta nueva forma de economía voluntaria, esta forma de economía podría ser ya una realidad en 2025.

No serían necesarios preparativos, porque el ajuste del volumen de producción se haría en función de la demanda y la gente cambiaría por sí misma al hacernos regalos unos a otros.

Los problemas globales actuales se disolverían por sí solos.

Por favor, ayuden a difundir este mensaje. Es lo único que tenemos que hacer.

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Eberhard Licht        info@kuefa.info

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